sábado, 4 de abril de 2009

El Nuevo Orden Mundial


Con la reciente reunión del G-20, ha tomado actualidad un término que cada vez se hace más familiar: el Nuevo Orden Mundial. La reunión del G-20 en Londres es histórica por muchas razones. Tiene paralelos con la infructuosa reunión que se llevó a cabo, también en Londres, en 1933, y que fracasó en su intento de detener el inicio de la Gran Depresión. Como aquella reunión, sucede en un momento de contracción económica global, desempleo y proteccionismo creciente, e incertidumbre en las consecuencias políticas sobre las estabilidad de gobiernos nacionales frente a una ola de crimen, protesta, e inquietud generalizada. En 1933 se establecieron las raíces del sistema de Bretton Woods, que llevaron a la institucionalización de la idea de un “fondo de estabilización” en 1944 con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.

Así como la reunión de 1933 significó la decadencia de la pax británica, la nueva reunión del G-20 significa la decadencia de la pax americana. Aunque Estados Unidos continuará siendo una nación poderosa, las placas tectónicas del orden mundial se han movido. Una señal de esto, es el llamado de China para sustituir el dólar como la moneda de reserva del mundo por los Derechos Especiales de Giro (DEG), una moneda sintética y compuesta que maneja el FMI, dando así comienzo a un Nuevo Orden Mundial.

Pero hay quienes piensan que esta expresión se refiere más o menos a una nueva forma de convivencia pacífica y próspera entre las naciones, donde se viva en paz y con condiciones económicas favorables y nuevas. Más aún, hay quienes con autoridad política o religiosa la promueven, sin advertir realmente su verdadera naturaleza.

Y es lógico que así sea, toda vez que las condiciones de vida tan insólitas en que se ha debatido la humanidad en los últimos tiempos, exige de parte de todos los hombres un cambio radical y aún cualitativo en el mundo, frente a los temores e incertidumbres de toda índole que diariamente nos acechan. No obstante, para poder entender lo que realmente está sucediendo en el mundo, es necesario aprender y saber mirar detrás de los acontecimientos, que no están ocurriendo por casualidad, sino que existen planes predeterminados, de mucho tiempo atrás, que dirigen a toda la humanidad hacia un objetivo perfectamente establecido. Por eso, las guerras en Afganistán e Irak, los amagos de Corea del Norte e Irán, la permanente inestabilidad en los territorios ocupados por Israel, los ataques al Líbano, las revueltas en Rusia, las crisis bursátiles, el desplome financiero mundial, el desempleo galopante en la clase trabajadora, los cotidianos atentados terroristas, la agitación de los pueblos, la creciente globalización en todos los sectores, la inestabilidad solar, la secularización de las religiones, las aberraciones morales, la corrupción generalizada, el ataque a la vida humana, los nuevos derechos humanos proclamados por la ONU, etc, todo tiene un mismo y único origen.

No se trata simplemente de conspiraciones maquiavélicas urdidas por los hombres o parte de un proceso “cíclico por la mala energía por la que transita la tierra,” sino que es preciso elevarnos al orden sobrenatural para encontrar las dos fuerzas, la del bien y la del mal, que se tienden al máximo en una lucha a muerte por conquistar sobre todo el destino final y eterno de las almas. Esta es una lucha metafísica. Así, las formas que adoptan los hombres, las culturas, los pueblos y las civilizaciones vienen impuestas por el choque histórico de estas 2 fuerzas metafísicas, que aún cuando pertenecen al mundo de lo invisible, que no se ve, irremediablemente existen y tienen un impacto en la historia de la vida humana.

Detrás de estas fuerzas hay seres reales y poderosos, unos que habitan en este mundo y otros que se mueven en un orden preternatural y que hacen valer todas sus capacidades para apoderarse del mundo y de los hombres.

Precisamente por ello, los eventos recientes que han tenido lugar nos empujan cada vez más al nombrado y anunciado Nuevo Orden Mundial, de acuerdo con el proyecto largamente acariciado de parte de la Masonería, con el apoyo de la Alta Finanza Judía Internacional, así como del Gobierno Mundial que surgirá de ese Nuevo Orden, y que se va imponer en la tierra en breve tiempo.

Para una gran mayoría de lectores, hablar de conspiraciones o tramas mundialistas resulta poco atractivo o poco serio. No obstante, Los hechos actuales son el mejor aliado para probar que efectivamente hay un proyecto mundial de una élite tecnócrata, con un gran poder económico mayoritariamente judío que la respalda y con una íntima y fuerte vinculación a la Masonería y otras sociedades secretas, que pretende consolidar un Estado Mundial Socialista anticristiano, arropado por un halo de religiosidad light, donde los “gobiernos nacionales” y las distintas confesiones religiosas serán meras criaturas al servicio de este Nuevo Orden Mundial.

El proyecto del Nuevo Orden Mundial es parte de un nuevo paradigma, de una conspiración, de una poderosa red compuesta de multitud de redes que alcanzan todos los ámbitos de la vida y que encabezan millonarios, maestros, científicos, políticos, tecnócratas, artistas, figuras en la medicina, educación, derecho, psicología, miembros de la Casa Blanca, de la Unión Europea, del Sionismo Internacional, del lejano Oriente, todos ellos ligados entre sí por un mismo propósito y unidos por un pacto secreto. Otros millones que trabajan de “buena fe” en medio del proyecto humanista, secular y anticristiano que lo caracteriza, pero sin tener la menor idea del objetivo final para el cual trabajan.

Las señales de los tiempos nos indican que están por aparecer en la escena mundial las dos grandes bestias apocalípticas (Cap XIII del Apocalipsis) de las que nos habla el apóstol Juan. Un gran poder político que será el Gobierno Mundial encabezado por un líder de estirpe judía, sobre un Nuevo Orden Mundial que será la estructura jerárquica que dará soporte y cohesión al Super Estado Mundial. La otra bestia será una falsa iglesia ecuménica que estará también al servicio del Nuevo Orden Mundial.

Toda esta conspiración involucra muchas cosas que por momentos parecen no tener relación; más sin embargo, están conectadas estrechamente unas con otras: tendencias humanistas, grupos económicamente muy poderosos, instituciones judías, diversidad de personas, sociedades secretas, dinastías de Alta Finanza, bancos, fundaciones, un sinnúmero de organizaciones dependientes de las Naciones Unidas, las llamadas ONG`s, medios de comunicación, tecnología, instituciones globalistas y mundialistas, etc.

Por tanto, hemos divido el trabajo en varias partes. La primera parte va encaminada a desentrañar el poder oculto que está detrás del Nuevo Orden Mundial, por lo que la Masonería es el objetivo principal de estudio. Siendo un tema muy escabroso y complejo, tratamos de distinguir, dentro de la unidad que mantiene la Masonería como un solo bloque, las diversas caras que presenta. Así, identificamos y distinguimos la Masonería operativa de la especulativa; la Masonería aparente de la real; la Masonería visible de la invisible, y es aquí donde encontramos la Masonería Mundialista, que es la que mueve todo el entramado del surgimiento del Nuevo Orden Mundial.

Por eso, es menester estudiar la conexión real de la Masonería y el judaísmo, y del proyecto de hegemonía mundial del sionismo internacional. La Masonería y su penetración en el seno de la Iglesia y sus repercusiones en la historia en los tres últimos siglos, así como la estrecha relación entre la Masonería y el origen de los Estados Unidos, así como en el desarrollo de la nación norteamericana en función del Nuevo Orden Mundial.

Existe un poder económico detrás del Nuevo Orden, particularmente el estudio de las grandes dinastías financieras y sus conexiones que prueban su financiamiento en pos del proyecto mundialista. El llamado Eastern Establishment de la gran Banca Internacional que controla la vida económica, política y social de los Estados Unidos a través del Banco de la Reserva Federal y la influencia que tuvo en la Revolución Rusa y las dos Guerras Mundiales para consolidar al Estado de Israel como punta de lanza de dominio en Medio Oriente. Y con la característica de que la mayoría de estos personajes son judíos y masones.

Por otro lado, el globalismo y el mundialismo son expresiones que han adquirido carta de naturalización y denotan la unidad económica y política hacia la organización de un único Gobierno Mundial. Asimismo, no es posible desconectar la función que la ONU ha ido desempeñando para presentarnos una nueva visión holística y ecológica del mundo y del hombre, en el marco de la globalización económica, religiosa y política, hasta legitimar jurídicamente el futuro Gobierno Mundial, y todo ello en medio de una fuerte influencia del movimiento New Age.

La tecnología actual es otro gran signo de los tiempos que confirma que el Gobierno Mundial tendrá los medios para controlar a las naciones y la vida personal de los individuos, tal y como lo anuncia el libro del Apocalipsis. Es necesario hacer un análisis prospectivo y escatológico de los acontecimientos que están ocurriendo en el mundo, particularmente en el Medio Oriente, pues la profecía nos indica que Israel tendrá su tercer templo, su culto y su sacrificio, y que los judíos recibirán a su “mesías”. Todo esto está ligado al cuándo y al cómo surgirá el Gobierno Mundial.

El hombre debe estar atento, pues grandes eventos están por ocurrir y que nos llevarán irremediablemente al nacimiento del Nuevo Orden Mundial, uno de los puntos torales del Apocalipsis del apóstol Juan. En un siguiente artículo hablaremos del fundamento jurídico de este Gobierno Mundial.

Luis Eduardo López Padilla

4 de Abril del 2009

www.geocities.com/apocalipsis_mariano

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