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Continúa Artículos siguientes a S. Th. I, q.1 a.3
Artículo 4
Utrum sacra doctrina sit scientia practica
|
¿La Teología es ciencia práctica?
|
Objeciones
S. Th. I, q.
1 a. 4 obi. 1
Ad quartum sic
proceditur. Videtur quod sacra doctrina sit scientia practica. Finis enim
practicae est operatio, secundum philosophum in II Metaphys.
Sacra autem doctrina ad operationem ordinatur, secundum illud Iac. I, estote factores verbi, et non
auditores tantum. Ergo sacra doctrina est practica scientia. |
Parece que la teología es una ciencia práctica, porque toda ciencia
práctica tiene por fin la acción, según Aristóteles Metaphys.
I.2 t.3. Ahora bien, la teología tiene por objeto la acción, según
estas palabras del Jac. 1,22 [St 1,20]: Poned en práctica la palabra
de Dios, y no os contentéis con escucharla. Por consiguiente, la Teología
es una ciencia práctica. |
S. Th. I, q.
1 a. 4 obi. 2
Praeterea, sacra doctrina
dividitur per legem veterem et novam. Lex autem pertinet ad scientiam
moralem, quae est scientia practica. Ergo sacra doctrina
est scientia practica. |
La ciencia sagrada se divide en dos partes: la antigua y la
nueva ley. Pero la ley dice relación a la ciencia moral, que es ciencia
práctica. Por consiguiente, la teología o la ciencia sagrada es ciencia
práctica. |
Por el contrario
S. Th. I, q. 1 a. 4 s. c.
Sed contra, omnis scientia practica est de rebus
operabilibus ab homine; ut moralis de actibus hominum, et aedificativa de
aedificiis. Sacra autem doctrina est principaliter de Deo, cuius magis
homines sunt opera. Non ergo est scientia practica, sed magis speculativa. |
Por el contrario, toda ciencia práctica tiene por objeto las
cosas que el hombre puede ejecutar. Así la moral se ocupa de los actos
humanos y la arquitectura de los edificios. Pero la ciencia sagrada trata
principalmente de Dios, cuya obra principal son los hombres. Por
consiguiente, más bien que práctica, es una ciencia especulativa. |
Conclusión (Abad de Aparicio)
Conclusión.
Aunque la teología, ciencia de un orden superior, sea práctica y especulativa,
conteniendo eminentemente a una y a otra, no obstante, es más especulativa que
práctica.
Solución
S. Th. I, q. 1 a. 4 co.
Respondeo dicendum quod
sacra doctrina, ut dictum est, una existens, se extendit ad ea quae pertinent
ad diversas scientias philosophicas, propter rationem formalem quam in
diversis attendit, scilicet prout sunt divino lumine cognoscibilia. Unde
licet in scientiis philosophicis alia sit speculativa et alia practica, sacra
tamen doctrina comprehendit sub se utramque; sicut et Deus eadem scientia se
cognoscit, et ea quae facit. Magis tamen est speculativa quam practica, quia
principalius agit de rebus divinis quam de actibus humanis; de quibus agit
secundum quod per eos ordinatur homo ad perfectam Dei cognitionem, in qua
aeterna beatitudo consistit. |
Responderemos que la ciencia sagrada se extiende, siendo
una, como hemos dicho S. Th. I q. 1 a. 3, a todo lo que se
relaciona con las diversas ciencias filosóficas, porque las considera a todas
bajo una misma razón formal [característica propia de algo que lo determina a ser fundamentalmente el algo que es. Por eso, algo es conocido (i.e. queda fundado) cuando es visto en virtud de su razón formal], es decir, en cuanto son cognoscibles por la luz
divina. He aquí por qué, aunque de las ciencias filosóficas unas sean
especulativas y otras prácticas, la doctrina sagrada comprende en sí a las
dos, como Dios se conoce a sí mismo con la misma ciencia con que conoce sus
obras. Sin embargo, la teología es más especulativa que práctica, porque se
ocupa más principalmente de las cosas divinas que de los actos humanos, de
los cuales trata en cuanto el hombre se dirige por medio de ellos al perfecto
conocimiento de Dios, que es lo que constituye la bienaventuranza eterna. |
Respuesta a las objeciones
S. Th. I, q.
1 a. 4 ad obi.
Et per hoc patet
responsio ad obiecta. |
La respuesta a las objeciones es con esto notoria. |
Artículo 5
Utrum sacra doctrina sit dignior aliis scientiis
|
¿La ciencia sagrada es más noble que las demás ciencias?
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Objeciones
S. Th. I, q.
1 a. 5 obi. 1
Ad quintum sic
proceditur. Videtur quod sacra doctrina non sit dignior aliis scientiis.
Certitudo enim pertinet ad dignitatem scientiae. Sed aliae scientiae, de
quarum principiis dubitari non potest, videntur esse certiores sacra
doctrina, cuius principia, scilicet articuli fidei, dubitationem recipiunt. Aliae igitur scientiae videntur ista digniores. |
1º Parece que la ciencia sagrada no es más noble que las
demás ciencias porque la certidumbre pertenece a la dignidad de la ciencia,
pero las otras ciencias, cuyos principios son indubitables, parecen más
ciertas que la enseñanza sagrada, cuyos principios, es decir, los artículos
de la fe, pueden ser puestos en duda. Por consiguiente, las otras ciencias
parecen más nobles que la ciencia sagrada. |
S. Th. I, q.
1 a. 5 obi. 2
Praeterea, inferioris
scientiae est a superiori accipere, sicut musicus ab arithmetico. Sed sacra
doctrina accipit aliquid a philosophicis disciplinis, dicit enim Hieronymus
in epistola ad magnum oratorem urbis Romae, quod doctores antiqui intantum
philosophorum doctrinis atque sententiis suos resperserunt libros, ut nescias
quid in illis prius admirari debeas, eruditionem saeculi, an scientiam
Scripturarum. Ergo sacra doctrina est inferior aliis
scientiis. |
2º Las ciencias inferiores toman algo de las superiores,
como la música se arregla según la aritmética. Así la enseñanza sagrada toma
alguna cosa de las ciencias filosóficas, porque San Jerónimo dice en
su carta a un gran orador romano Ep. 84 que los doctores antiguos
han llenado de tal modo sus obras de la doctrina y de las máximas de los
filósofos, que no se sabe qué admiran más en ellos, si el conocimiento que de
los autores profanos tiene o el de las sagradas escrituras. Por
consiguiente, la ciencia sagrada es inferior a las demás. |
Por el contrario
S. Th. I, q. 1 a. 5 s. c.
Sed contra est quod aliae scientiae dicuntur ancillae huius,
Prov. IX, misit ancillas suas vocare ad arcem. |
Por el contrario, las otras ciencias son llamadas las
siervas de la teología, según este pasaje de la Escritura Prov 9,3:
Envió sus siervas, a fin de que llamasen para el alcázar. |
Conclusión (Abad de Aparicio)
Conclusión.
La ciencia sagrada es absolutamente la más noble de todas las ciencias. Como
especulativa [teórica] sobrepuja en mucho a todas las especulativas, y como práctica
sobrepuja del mismo modo a las prácticas.
Solución
S. Th. I, q. 1 a. 5 co.
Respondeo dicendum quod,
cum ista scientia quantum ad aliquid sit speculativa, et quantum ad aliquid
sit practica, omnes alias transcendit tam speculativas quam practicas.
Speculativarum enim scientiarum una altera dignior dicitur, tum propter
certitudinem, tum propter dignitatem materiae. Et quantum ad utrumque, haec
scientia alias speculativas scientias excedit. Secundum certitudinem quidem, quia
aliae scientiae certitudinem habent ex naturali lumine rationis humanae, quae
potest errare, haec autem certitudinem habet ex lumine divinae scientiae,
quae decipi non potest. Secundum dignitatem vero materiae, quia ista scientia
est principaliter de his quae sua altitudine rationem transcendunt, aliae
vero scientiae considerant ea tantum quae rationi subduntur. Practicarum vero
scientiarum illa dignior est, quae ad ulteriorem finem ordinatur, sicut
civilis militari, nam bonum exercitus ad bonum civitatis ordinatur. Finis
autem huius doctrinae inquantum est practica, est beatitudo aeterna, ad quam
sicut ad ultimum finem ordinantur omnes alii fines scientiarum practicarum. Unde manifestum est, secundum omnem modum, eam digniorem esse aliis. |
Responderemos que esta ciencia, que es especulativa
considerada de un modo, y práctica de otro, sobrepuja a todas las demás, así
especulativas como prácticas. En efecto, entre las especulativas una puede
tener alguna ventaja sobre otra, ya en razón de su certidumbre, ya de la
dignidad de su objeto; y bajo este doble punto de vista, la ciencia sagrada
es superior a las demás ciencias especulativas. Lo es desde luego por la
certidumbre, porque las otras ciencias no la deben sino a la luz natural de
la razón humana, que puede equivocarse, en tanto que la ciencia sagrada saca
su certidumbre de la luz de la ciencia divina, que es infalible. Igualmente
tiene ventaja por la dignidad de su objeto, porque se ocupa principalmente de
cosas que, por lo sublimes, están fuera del alcance de la razón humana,
mientras que las otras no consideran sino lo que es de su dominio. En cuanto
a las ciencias prácticas, la más noble es la que no se refiere a ningún otro
fin ulterior, sino que las otras se refieren a ella como a su último fin, a la
manera que lo civil a lo militar. Porque el bien del ejército tiene por
objeto el bien de la ciudadanía. Ahora bien, el fin de la ciencia sagrada,
considerada bajo el punto de vista práctico, es la felicidad eterna hacia la
cual tienden las otras ciencias prácticas, como hacia su fin último. Luego es
evidente que bajo todos conceptos la ciencia sagrada es más noble que las
demás. |
Respuesta a las objeciones
S. Th. I, q.
1 a. 5 ad 1
Ad primum ergo dicendum
quod nihil prohibet id quod est certius secundum naturam, esse quoad nos
minus certum, propter debilitatem intellectus nostri, qui se habet ad
manifestissima naturae, sicut oculus noctuae ad lumen solis, sicut dicitur in
II Metaphys. Unde dubitatio quae accidit in aliquibus circa
articulos fidei, non est propter incertitudinem rei, sed propter debilitatem
intellectus humani. Et tamen minimum quod potest haberi de cognitione rerum
altissimarum, desiderabilius est quam certissima cognitio quae habetur de
minimis rebus, ut dicitur in XI de animalibus. |
Al argumento 1º diremos que nada impide que lo que es más
cierto por naturaleza sea menos cierto para nosotros a causa de la debilidad
de nuestra inteligencia, que es, con respecto a lo que hay de más notorio en
la naturaleza, lo que el ojo del búho respecto a la luz del Sol, como dice Aristóteles
Met. l. 2. He aquí por qué si algunos dudan de los artículos de
la fe no es que éstos sean dudosos en sí mismos, sino por consecuencia de la
debilidad del entendimiento humano. A pesar de todo, el más pequeño
conocimiento que puede adquirirse de las cosas más elevadas es preferible al
conocimiento más cierto que se tenga de las cosas de un orden inferior, como
dice Aristóteles De partibus animal L.1, c.5. |
S. Th. I, q.
1 a. 5 ad 2
Ad secundum dicendum quod
haec scientia accipere potest aliquid a philosophicis disciplinis, non quod
ex necessitate eis indigeat, sed ad maiorem manifestationem eorum quae in hac
scientia traduntur. Non enim accipit sua principia ab aliis scientiis, sed
immediate a Deo per revelationem. Et ideo non accipit ab aliis scientiis
tanquam a superioribus, sed utitur eis tanquam inferioribus et ancillis;
sicut architectonicae utuntur subministrantibus, ut civilis militari. Et hoc
ipsum quod sic utitur eis, non est propter defectum vel insufficientiam eius,
sed propter defectum intellectus nostri; qui ex his quae per naturalem
rationem (ex qua procedunt aliae scientiae) cognoscuntur, facilius
manuducitur in ea quae sunt supra rationem, quae in hac scientia traduntur. |
Al 2º, que, si la ciencia sagrada toma alguna cosa de las
ciencias filosóficas no es porque absolutamente lo necesite, sino únicamente
para hacer más comprensible lo que enseña, porque sus principios no los toma
de las otras ciencias, sino que por medio de la revelación los recibe de Dios
directamente. He aquí por qué no recibe nada de las otras ciencias como si le
fueran superiores, sino que se sirve de ellas como de sus inferiores y
siervas, del mismo modo que los arquitectos se sirven de los que están a sus
órdenes, o como los magistrados emplean a los soldados. Si hace tal uso de
ellas, no es por defecto ni por incapacidad, sino solamente para acomodarse a
la fragilidad de nuestro entendimiento, que según lo que conoce por las luces
naturales que ilustran a las otras ciencias, es conducido con más facilidad a
las cosas superiores que son el objeto de la ciencia sagrada. |
Nota: Los textos entre corchetes son nuestros
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