LA APOSTASIA DEL CLERO, SEGÚN UNA MANIFESTACIÓN DE NSTRO. SEÑOR AL P. PÍO DE PIETRELCINA.
Texto extraído del libro, ¡ALERTA HUMANIDAD!
(...)«En la mañana del viernes, me hallaba todavía en el lecho, cuando se me apareció JESÚS. Se hallaba de mala traza y desfigurado. Y me mostró una gran multitud de sacerdotes, religiosos y seculares, entre los cuales se hallaban varios dignatarios de la Iglesia. De ellos unos estaban celebrando, otros iban a celebrar y otros habían celebrado. La Contemplación de Jesús, así angustiado, me causó mucha pena, por lo que quise preguntarle el motivo de tanto sufrimiento. No obtuve ninguna respuesta. Pero miraba a aquellos sacerdotes, hasta que como cansado de mirarlos retiró la vista y con gran horror mío, pude apreciar que dos lágrimas le surcaban las mejillas.»
Se alejó de aquella multitud de sacerdotes con una expresión de gran disgusto y desprecio llamándolos «MACELLAI» (carniceros). Y vuelto hacia mi, dijo: HIJO MIO NO CREAS QUE MI AGONÍA HAYA DURADO TRES HORAS; no; YO ESTARE EN AGONÍA POR MOTIVO DE LAS ALMAS MAS FAVORECIDAS POR MI, HASTA EL FIN DEL MUNDO.» «DURANTE EL TIEMPO DE MI AGONÍA, HIJO MIÓ, NO HAY QUE DORMIR, MI ALMA BUSCA UNA GOTITA DE COMPASIÓN HUMANA, PERO ¡AY! ME DEJAN SOLO BAJO EL PESO DE LA INDIFERENCIA. LA INGRATITUD Y SUENO DE MIS MINISTROS ME HACEN MAS DURA LA AGONÍA. ¡AY! QUE MAL CORRESPONDEN A MI AMOR. Lo que más me hace sufrir es que éstos a su indiferentismo añaden el desprecio y la incredulidad. ¡Cuántas veces estaba para acabar con ellos si no hubieran detenido mi brazo los ángeles y las almas enamoradas...!
Escríbele a tu Padre, y refiérele esto que has visto y has oído de mí esta mañana.
«JESÚS continuó todavía, pero aquello que me dijo no podré manifestarlo a criatura alguna de este mundo. Esta aparición me causó tal dolor en el cuerpo y mayor todavía en el alma que por todo el día sentí una gran postración y hubiera creído morirme, si el dulcísimo JESÚS no me hubiera sostenido. ESTOS NUESTROS DESGRACIADOS HERMANOS CORRESPONDEN AL AMOR DE JESÚS ARROJÁNDOSE CON LOS BRAZOS ABIERTOS EN LA INFAME SECTA DE LA MASONERÍA. Roguemos por ellos a fin de que el Señor ilumine sus mentes y toque sus corazones. (Cf. Carta del 19 de marzo de 1913, LETTERE AL PADRE SPIRITUALE. EDIZIONE «PRO SANCTITATE» ROMA, 1970.)
El Card. O'Connor posando para la foto con masones, en Roma
Texto extraído de el excelente sitio: El Cruzamante
Fuente: El Cruzado
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