viernes, 11 de febrero de 2022

11 DE FEBRERO: APARICIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA INMACULADA - NUESTRA SEÑORA DE LOURDES


SÚPLICA A NTRA. SEÑORA DEL LOURDES PARA IMPLORAR LA SALUD ESPIRITUAL Y CORPORAL DE UN ENFERMO

¡Oh amabilísima Virgen de Lourdes,
¡Madre de Dios y Madre nuestra!
Llenos de aflicción y con lágrimas fluyendo de los ojos, acudimos en las horas amargas de la enfermedad a tu maternal corazón, para pedirte que derrames a manos llenas el tesoro de tu misericordia sobre nosotros.
Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuches: pero acuérdate de que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a Ti haya sido abandonado.
¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima!
Ya que Dios obra por tu mano curaciones innumerables en la Gruta prodigiosa de Lourdes, sanando tantas víctimas del dolor, guarda también una mirada de bendición para nuestro pobre enfermo… (dígase el nombre del enfermo/a).
Alcánzale de tu Divino Hijo Jesucristo la deseada salud, si ha de ser para mayor gloria de Dios.
Pero mucho más, alcánzanos a todos el perdón de nuestros pecados, paciencia y resignación en los sufrimientos y sobre todo un amor grande y eterno a nuestro Dios, prisionero por nosotros en los Sagrarios.
Amén.

Virgen de Lourdes, ¡ruega por nosotros!
Consuelo de los afligidos, ¡ruega por nosotros!
Salud de los enfermos, ¡ruega por nosotros!
Rezar tres Avemarías.

📌📌📌
     
La historia de la aparición empieza cuando Bernardita, quien nació el 7 de enero de 1844, salió, junto a dos amigas, en búsqueda de leña en la Roca de Masabielle. Para ello, tenía que atravesar un pequeño río, pero como Bernardita sufría de asma, no podía meter los pies en agua fría, y las aguas de aquel riachuelo estaban muy heladas. Por eso ella se quedó a un lado del río, mientras las dos compañeras iban a buscar la leña.

Fue en ese momento, que Bernardita experimenta el encuentro con Nuestra Madre, experiencia que sellaría toda su vida, «sentí como un fuerte viento que me obligó a levantar la cabeza. Volví a mirar y vi que las ramas de espinas que rodeaban la gruta de la roca de Masabielle se estaban moviendo. En ese momento apareció en la gruta una bellísima Señora, tan hermosa, que cuando se le ha visto una vez, uno querría morirse con tal de lograr volverla a ver». «Ella venía toda vestida de blanco, con un cinturón azul, un rosario entre sus dedos y una rosa dorada en cada pie. Me saludó inclinando la cabeza. Yo, creyendo que estaba soñando, me restregué los ojos; pero levantando la vista vi de nuevo a la hermosa Señora que me sonreía y me hacía señas de que me acercara. Pero yo no me atrevía. No es que tuviera miedo, porque cuando uno tiene miedo huye, y yo me hubiera quedado allí mirándola toda la vida. Entonces se me ocurrió rezar y saqué el rosario. Me arrodillé. Vi que la Señora se santiguaba al mismo tiempo que yo lo hacía. Mientras iba pasando las cuentas de la camándula Ella escuchaba las Avemarías sin decir nada, pero pasando también por sus manos las cuentas del rosario. Y cuando yo decía el Gloria al Padre, Ella lo decía también, inclinando un poco la cabeza. Terminando el rosario, me sonrió otra vez y retrocediendo hacia las sombras de la gruta, desapareció».


Recreación gráfica de las primeras apariciones


A los pocos días, la Virgen vuelve a aparecer ante Bernardita en la misma gruta. Sin embargo, al enterarse su madre se disgustó mucho creyendo que su hija estaba inventando cuentos -aunque la verdad es que Bernardita no decía mentiras-, al mismo tiempo algunos pensaban que se trataba de un alma del purgatorio, y a Bernardita le fue prohibido volver a la roca y a la gruta de Masabielle.
A pesar de la prohibición, muchos amigos de Bernardita le pedían que vuelva a la gruta; ante ello, su mamá le dijo que consultara con su padre. El señor Soubiruos, después de pensar y dudar, le permitió volver el 18 de febrero.


Foto real de Bernardita antes de su ingreso a la Vida Religiosa

Esta vez, Bernardita fue acompañada por varias personas, que con rosarios y agua bendita esperaban aclarar y confirmar lo narrado. Al llegar todos los presentes comenzaron a rezar el rosario; es en ese momento que Nuestra Madre se aparece por tercera vez. Bernardita narra así esta aparición: «Cuando estábamos rezando el tercer misterio, la misma Señora vestida de blanco se hizo presente como la vez anterior. Yo exclamé: ‘Ahí está’. Pero los demás no la veían. Entonces una vecina me acercó el agua bendita y yo lancé unas gotas de dicha agua hacia la visión. La Señora se sonrió e hizo la señal de la cruz. Yo le dije: ‘Si vienes de parte de Dios, acércate’. Ella dio un paso hacia delante». Luego, la Virgen le dijo a Bernadette: «Ven aquí durante quince días seguidos». La niña le prometió hacerlo y la Señora le expresó «Yo te prometo que serás muy feliz, no en este mundo, sino en el otro». Luego de este intenso momento que cubrió a todos los presentes, la noticia de las apariciones se corrió por todo el pueblo, y muchos acudían a la gruta creyendo en el suceso, aunque otros se burlaban.

Entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858 hubo 18 apariciones. Éstas se caracterizaron por la sobriedad de las palabras de la Virgen, y por la aparición de una fuente de agua que brotó inesperadamente junto al lugar de las apariciones y que desde entonces es un lugar de referencia de innumerables milagros constatados por hombres de ciencia.

Lea y baje el maravilloso y documentado libro de Monseñor De Segur: "Ciento cincuenta milagros admirables de Nuestra Señora de Lourdes"


NUESTRA SEÑORA DE LOURDES

Se encuentra en el condado de Hautes Pyrenées, Francia, muy famosa por las peregrinaciones que son el centro de eventos extraordinarios que han ocurrido y siguen ocurriendo ahí.

Historia

Las peregrinaciones a Lourdes comenzaron por las apariciones de la Bendita Virgen a una niña pobre de catorce años llamada Bernadette Soubiroux. La primera aparición ocurrió el 11 de febrero de 1858. Hubo un total de dieciocho apariciones; y la última se llevó acabo el 16 de julio, del mismo año. Bernadette a menudo caía en transe. La visión misteriosa que ella veía en el hueco de la piedra Massabielle era aquella de una joven muy bella. "La más bella que jamás he visto", dijo la niña. Pero la niña era la única que tenía la visión, a pesar de que a veces muchos estaban junto a ella. Ahora y antes la Virgen le hablaba a ella que la veía y ella era la única que escuchaba su voz. Así, ella un día le dijo a la niña que tomara del agua de una fuente misteriosa, de la misma de la gruta. La existencia de la fuente era desconocida, y aunque no había rastro de ella, brotó inmediatamente. En otra ocasión la Virgen mandó a Bernadette a que les dijera a los sacerdotes que quería que le construyeran una capilla en ese lugar y que se realizaran procesiones en la gruta. Al principio el clero estaba incrédulo. Fue cuatro años después en 1862, que el obispo de la diócesis declaró a los creyentes: "justifiquen la creencia de la realidad de la aparición". Una basílica se construyó sobre la roca de Massabielle por M. Peyramale, el sacerdote de la parroquia. En 1873 los grandes "nacionales" peregrinajes franceses fueron inaugurados. Tres años después se consagró la basílica y la estatua fue coronada solemnemente. En 1883 la piedra de cimentación de otra iglesia se colocó, ya que la primera no era lo suficientemente grande. Fue construida al pie de la basílica y se consagró en 1901 y se llamó la Iglesia del Rosario. El Papa León XIII autorizó un oficio especial y una Misa, en conmemoración de la aparición; y en 1907, San Pio X extendió el acatamiento de esta festividad a toda la Iglesia, ahora se conmemora el 11 de febrero.

Nunca antes un santuario ha atraído tales conglomeraciones. Al final del año de 1908, cuando se celebró la aparición número 50, aunque el registro de conteo se inició desde 1867, unos 5,297 peregrinos se habían registrado y estos habían traído 4,919,000 peregrinos. Peregrinos individuales son más numerosos por mucho a aquellos que venían en grupos. A ese número se le debe agregar los visitantes que no vienen como peregrinos, pero que fueron atraídos por un sentir religioso o en ocasiones por el deseo de conocer ese lugar tan famoso. La compañía de Chemins de Fer du Midi estima que la estación de Lourdes recibe más de un millón de viajeros por año. Cada nación en el mundo provee su contingente. Del total de los peregrinos que se mencionaron arriba, 464 vienen de países que no son Francia. Ellos son de Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Austria, Hungría, España, Portugal, Italia, Inglaterra, Irlanda, Canadá, Brasil, Bolivia, etc. Los obispos guían el camino. Al final del año del 50 aniversario, 2013 prelados, incluyendo 546 arzobispos, 10 primados, 19 patriarcas, 69 cardenales, habían hecho la peregrinación a Lourdes. Pero más increíble aún que la multitud de peregrinos con la serie de acontecimientos maravillosos que tomaron lugar bajo la protección del celebrado santuario. Además de las curas espirituales, que no deben pasar desapercibidas por la observancia humana, debemos tomar en cuenta las curaciones a enfermedades físicas. El escritor de este articulo ha registrado cada recuperación, ya sea parcial o total, y en la primera mitad del siglo de la existencia del Santuario ha contado 3,962. Así, llevando muy cuidadosamente estadísticas que datan de nombres y apellidos de los pacientes que se curaron, la fecha de la cura, el nombre del padecimiento, y generalmente las opiniones del médico que estaba a cargo del caso, existen casos inevitablemente dudosos o erróneos, atribuidos, como regla, debido al estado de figuraciones o imaginación del afectado de los cuales a corto plazo se descartaron. Pero es lo correcto anotar que: primero, que estos errores son inevitables en estos casos y se refieren solamente a casos secundarios que no han sido las bases para estudios especiales; también debe notarse que el número de casos se iguala o excede por curas actuales que no se registraron. Los afectados que se recuperaron no son obligados a presentarse o registrarse y la mitad de ellos no lo hacen, en el buró de Constancias Médicas en Lourdes, y es de ahí de donde se realiza la lista de curaciones.

Se estima que aproximadamente 4,000 curas se han obtenido en Lourdes dentro de los primeros cincuenta años de las peregrinaciones, y es sin duda un número considerablemente inferior que el número actual. El buró de Constancias está ubicado cerca del santuario, y ahí están registrados y constatados los certificados de curaciones; además es gratis para todos los médicos, cualquiera sea su nacionalidad o sus creencias religiosas. Consecuentemente, en promedio, entre doscientos y trescientos médicos visitan anualmente esta maravillosa clínica. Con respecto a la naturaleza de las enfermedades que han sido curadas, desórdenes nerviosos que tan frecuentemente se mencionan, no abarcan ni la catorceava parte de todas las curaciones. 78 han sido contadas, de un total de 3,962. El presente autor ha publicado el número de casos de cada enfermedad, entre ellas la tuberculosis, tumores, heridas, cáncer, sordera, ceguera, etc. Los anuarios de Ciencias de Medicina, una revista escéptica cuyo jefe de Edición es el Profesor Ch. Richet, de la facultad Médica en Paris, dijo en el transcurso de un artículo extenso, a propósito de este estudio creyente: "Al leerlo, las mentes sin prejuicios no pueden más que estar convencidos que los hechos que se mencionan son auténticos".

Sus Casos

No existen causas naturales capaces de producir las curaciones que se presenciaron en Lourdes, que dispensan a una mente sin prejuicios de rastrearlo de vuelta en dirección a Dios. Aquellos que se rehúsan en creer en una intervención milagrosa, buscan primero una explicación científica de tales casos en la composición química del agua de la gruta. Pero después fue declarado oficialmente por un eminente químico que se le asignó el de realizar análisis al agua, y sus conclusiones han sido corroboradas, que el agua no contiene propiedades curativas de carácter natural. Luego los incrédulos dijeron, que quizás funciona por medio de su temperatura, o que los resultados obtenidos en Lourdes se pueden llevar a cabo por medio de los baños en agua fría. Aun, sin embargo, todo mundo sabe que la hidroterapia se practica en otros sitios que en Lourdes, y que no hace los milagros de curar todo tipo de enfermedad, desde cáncer a problemas que causan la ceguera. Aparte, muchos afectados han sido curados sin haber sigo inmersos en las tinas de la gruta, esto responde la pregunta. Por consiguiente, aquellos que niegan la intervención supernatural atribuyen los maravillosos resultados vistos en Lourdes a otras dos causas. La primera es autosugestión. A esto respondemos sin dudarlo que la autosugestión es radicalmente el no poder proveer a los que quieren una explicación. Omitiendo enfermedades nerviosas o funcionales, ya que están en la minoría de aquellas registradas que se curan en la Oficina Medica de la gruta, y el hecho que ahora estamos estableciendo no requiere que se tomen en cuenta, debemos enfocar nuestra atención a enfermedades orgánicas. ¿Puede la autosugestión usarse en enfermedades de esta naturaleza? La más enseñada y atrevida de los escépticos de hoy en día, Bernheim, un judío, rector de la famosa escuela de Nancy, el más próspero rival del Ecole de la Salpétrière, responde en negativa a veinte pasajes del libro en el cual él ha registrado los resultados de sus observaciones: "Hipnotismo, Autosugestión, Psicoterapia" (Paris, 1903, 2a edición). Estudiando su trabajo, también encontramos que la autosugestión tiene cabida para tener éxito, como en ciertas enfermedades funcionales, requiere la cooperación del tiempo, lo cura lentamente y progresivamente, mientras que las curas completas en Lourdes son instantáneas. Por lo tanto, curas de autosugestión no son una explicación válida. La autosugestión no opera en Lourdes; la causa que cura actúa diferente e infinitamente es más poderosa.

Existe un último recurso de tener una explicación a las leyes desconocidas en el decir, por ejemplo, "¿Cómo sabemos nosotros que algunas fuerzas naturales de las cuales todavía somos ignorantes no operan de forma maravillosa, las cuales son atribuidas directamente a Dios?" ¿Como sabemos? En primer lugar, si una ley de esta naturaleza existe, los peregrinos de Lourdes no serían conocedores de ello más que el resto de la humanidad; y tampoco conocerían cómo llevarlo a cabo. ¿Por qué esta ley operaría para ellos y no para otros? ¿Es porque ellos niegan su existencia y los otros sí creen en ello? Más aun, no solamente no existe, sino que no puede existir y por consecuencia nunca existirá, una ley natural que produce instantáneamente la regeneración de tejido lesionado, eso es por decir, la cura una enfermedad orgánica. ¿Por qué? Porque cualquier crecimiento y consecuentemente cualquier restauración del tejido de un organismo se logra -y esto es un hecho científico- por el incremento y crecimiento del protoplasma y células que componen cualquier cuerpo vivo. Todo existente protoplasma viene de algún otro o anterior protoplasma, y ese de algún otro anterior y así sucesivamente, desde el principio; esta regeneración (el hecho es evidente) son necesariamente sucesivos, esto es, que requieren de la cooperación del tiempo. Por lo tanto, para que una fuerza natural sea capaz de operar una repentina cura en una enfermedad orgánica, la base esencial de una vida como ésta en su presente creación debería de invalidarse; la naturaleza como la conocemos debería destruirse y otra creada en un plan diferente. Por lo tanto, la hipótesis de fuerzas desconocidas de la naturaleza no puede seguir adelante para explicar las curas instantáneas en Lourdes. Es lógicamente inaceptable. De hecho, no hay causa natural, conocida o desconocida, y es suficiente reconocer las curas maravillosas presenciadas al pie de la famosa roca donde la Inmaculada Virgen decidió aparecer. Sólo pueden provenir por la intervención de Dios.




SANTA BERBARDITA HACE 143 AÑOS QUE MURIÓ Y AÚN SU CUERPO ESTÁ INCORRUPTO


En 1925, luego de 46 años de fallecida, la Iglesia ordenó exhumar por segunda vez los restos de Bernardita con motivo de su beatificación, y su cuerpo seguía incorrupto, sin intervención humana.



Así luce Bernardette Soubirus desde que falleció en 1879 hasta ahora, como si estuviera sólo dormida.


Una vista de su cuerpo incorrupto dentro del sarcófago de cristal 



Una vista general del sarcófago de cristal que contiene el cuerpo incorrupto de la Santa, el 11 de diciembre de 1933 el Papa Pío XI proclamó infaliblemente su santidad.


LASSERRE, Notre-Dame de Lourdes; BOISSARIE, L'oeuvre de Lourdes; BERTRIN, Histoire critique des événements de Lourdes, apparitions et guérisons (Paris, 1909), tr. GIBBS; IDEM, Un miracle d'aujourd'hui avec une radiographie (Paris, 1909).

GEORGES BERTRIN Transcrito por Victoria Theresa Scarlett Dedicado a Lucille Chapman Jonas (1913-1995). Traducido por Lourdes Gómez

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