Con Jorge Bergoglio la historia se repite, el actor Karol Józef Wojtyła, en 1985, había dicho lo mismo que dice ahora Bergoglio: cristianos, musulmanes y judíos creemos en el mismo Dios.
No saben estos señores que el Indiferentismo (no es obligatorio practicar la religión, y todas son buenas), el Latitudinarismo (fuera de la Iglesia católica también hay salvación), el Irenismo (hay que conciliar la verdad con el error para lograr la paz) son herejías de las más graves ya que atentan contra el Primer Mandamiento de la Ley de Dios, contra la Obra de Redención de Nuestro Señor Jesucristo, y su Señorío, ya que Él es Dios, es una blasfemia poner al mismo nivel a Jesucristo y Mahoma o a quién sea.
El manifestar estos malos pastores esas posiciones públicamente los HACE HEREJES FORMALES Y PÚBLICOS y se autoexcluyen de la Comunión de los Santos y del Cuerpo Místico de Jesucristo de modo IPSO FACTO (EN EL ACTO), y quien los declara como tal es el mismo Dios Nuestro Señor Jesucristo, que es la Cabeza Principal de su Iglesia. Por tanto, si un fiel católico sigue reconociendo públicamente a estos herejes como pastores legítimos de la Iglesia se hace cómplice del pecado de estos, poniendo gravemente en peligro la salvación de su alma. Tampoco es válido esperar que un Concilio o un Sumo Pontífice los declare herejes en el futuro, por la sencilla razón que para salvar al cuerpo es necesario amputar el cáncer de modo rápido y oportuno, evitando que se propague a todo el resto del cuerpo, que es lo que ha pasado por no removerlos, el cáncer se ha propagado a la mayoría, causando una APOSTASÍA MASIVA de creyentes.
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