La apóstata Madre Teresa de Calcuta
Por Vaticanocatólico
En la foto de la izquierda vemos a la Madre Teresa de Calcuta adorando a Buda en una ceremonia de acción de gracias por el vigésimo quinto [25°] aniversario de las ‘Misioneras de la Caridad’. Ella está arrodillada en oración en la esquina inferior izquierda de la foto. La foto de la derecha es una toma más cercana de la misma ceremonia, que tuvo lugar el 7 de octubre de 1975. Considerando este hecho en conjunto con las muchas otras declaraciones de la apostasía de la Madre Teresa de Calcuta, no hay ninguna duda de que ella estaba entre las peores apóstatas y más grandes falsas profetas en toda la historia católica.
La Madre Teresa de Calcuta fue ‘beatificada’ por el Antipapa Juan Pablo II, y ahora recientemente el Antipapa Francisco realizó su ‘canonización’. No es exagerado decir que la Madre Teresa de Calcuta fue una de las más grandes apóstatas en la historia. Después de que Juan Pablo II realizó su idolátrico encuentro interreligioso de oración en Asís en 1986, donde, el Dalai Lama, entre otras abominaciones, colocó una estatua de Buda en la parte superior del Tabernáculo, la Madre Teresa se refirió a la jornada como “el más bello regalo de Dios” (Time Magazine, 10 de noviembre de 1986).
En un libro recientemente publicado: Todo Comienza Con la Oración: Meditaciones de la Madre Teresa Sobre la Vida Espiritual Para Personas de Todos los Credos, también muestra el rechazo profundo de la Madre Teresa de la fe católica y de la necesidad de Cristo para la salvación. En el prólogo, Anthony Stern cita una de sus frases más famosas, que pone de manifiesto el espíritu demoníaco de la obra de la Madre Teresa:
"Siempre he dicho que debemos ayudar a un hindú a convertirse en un mejor hindú, a un musulmán a convertirse en un mejor musulmán, a un católico a convertirse en un mejor católico”.
Esto es apostasía de Jesucristo y de la fe católica. La Madre Teresa también afirmó:
“Algunos lo llaman a Él [como] Íshwara, otros lo llaman Alá, otros simplemente Dios, pero tenemos que reconocer que es Él quien nos ha hecho para cosas más grandes: amar y ser amados. Lo importante es que amemos. No podemos amar sin la oración y, por lo tanto, cualquiera sea la religión en la que estemos, debemos rezar juntos” (citado por Marian Horvat, ¿Que hay con la ortodoxia de la Madre Teresa?).
Los falsos dioses de las religiones no cristianas son demonios, (1 Corintios 10, 20, Salmo 95, 5), como lo enseñan 2000 años de tradición católica. Entonces, para resumir, la Madre Teresa creía que Dios (la Santísima Trinidad) y los demonios (los falsos dioses de los paganos) son uno y el mismo. Qué clase de candidata para una canonización, ¿no? La Madre Teresa manifestó su aprobación de la adoración demoniaca y de las religiones del diablo (las religiones no cristianas), como señala la siguiente cita:
“Esta no es una declaración aislada fuera de contexto. Es uno de muchos testimonios que indican que la Madre Teresa tenía una actitud indiferente al credo que un hombre profesaba… Stern relata el siguiente incidente como otro ejemplo de su espíritu ecuménico en acción: una vez, cuando la Madre Teresa estaba sirviendo a un budista moribundo, un visitante le escuchó susurrar diciéndole ‘Usted diga una oración en su religión, y yo voy a decir una oración como la conozco. Juntos diremos esta oración y será algo bello para Dios’ (Prólogo, Todo Comienza Con la Oración)’” (citado por Marian Horvat, ¿Que hay con la ortodoxia de la Madre Teresa?).
En el libro Madre Teresa, una biografía ilustrada por Joanna Hurley, leemos lo siguiente en la página 68 sobre la Orden de la Madre Teresa, las Misioneras de la Caridad:
“Una orden católica, Las Misioneras de la Caridad, es, sin embargo, ecuménica en su labor. Las monjas entierran a los moribundos, que atendieron, según los ritos de cada individuo de su religión, y ellas observaban las fiestas locales [de las otras religiones], junto con las de la Iglesia. Aquí un grupo de monjas jóvenes ayudan a los niños a prender luces de bengala para Diwali, el Festival de las Luces de la India” (Courage Books, 1997).
Damas y caballeros, esto significa que las monjas de la “orden” de la Madre Teresa no sólo aprueban, sino que en realidad participan en los ritos paganos de las religiones no cristianas. ¡Esto es satánico! En la página 68 de este libro, hay una imagen de las monjas de la Madre Teresa con luces de bengala para el festival hindú Diwali, ¡con una sonrisa gigante en sus rostros! Esto es un pecado contra la fe de la peor especie; más aún, es la religión del Anticristo – en donde el hombre (y su preferencia personal por las falsas religiones) sustituye a Jesucristo.
Un amigo nuestro de Canadá llamó recientemente a la ‘superiora’ de uno de los conventos de la Madre Teresa. Nuestro amigo dijo: “¿Cómo es que la Madre Teresa nunca trató de convertir a nadie?”, la ‘madre superiora’ respondió: “Es el máximo respeto a la persona humana respetar su religión”. La ‘madre superiora’ le dijo a nuestro amigo que estos no católicos van al cielo, incluso si rechazan a Cristo, siempre y cuando sean “buenas personas”, porque eso es lo que importa, según ella. Esto significa que el hombre y cualquiera que sea su elección de creencia son mayores y más importantes que Jesucristo. Ello en realidad quiere decir que el hombre es Dios; es, por ende, el evangelio del Anticristo, y la Madre Teresa era su falsa profeta principal y ejemplo a seguir (aparte de Juan Pablo II). Ella envolvía su apostasía en las obras puramente naturales que le daban la apariencia de verdadera caridad, cuando en realidad, ella no tenía ninguna.
Papa Pío XI, Mortalium animos, # 9, 6 de enero de 1928: “... el fundamento de la caridad es la fe pura e inmaculada”.
Hebreos 11, 6: “Sin la fe es imposible agradar a Dios”.
Papa San Pío X, Editae saepe, # 28, 26 de mayo de 1910: “Como cuestión de hecho, sin embargo, las buenas obras meramente naturales son sólo una falsificación de la virtud, ya que no son permanentes ni suficientes para la salvación”.
La Madre Teresa alimentaba y vestía los cuerpos de muchas personas, pero dejaba sus almas muertas de hambre de lo que más necesitaban, Nuestro Señor Jesucristo. Ella privaba a estas almas de lo único que realmente importaba, y por lo tanto no era su verdadera amiga, sino su enemiga.
Lucas 12, 4-5: “Os digo a vosotros, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. Os mostraré a quién debéis temer: temed a Aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar al infierno; sí, os repito: temed a ése”.
Juan 17, 3: “Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo”.
Juan 8, 24: “… porque, si no creyereis que Yo soy, moriréis en vuestros pecados”.
1 Juan 5, 11-12: “Y el testimonio es que Dios nos ha dado la vida eterna, y ésta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, tampoco tiene la vida”.
Como se mencionó arriba, el Antipapa Francisco ‘canonizó’ a la apóstata Madre Teresa, el 4 de septiembre de 2016, que como se acaba de demostrar, fue uno de los peores ejemplos del indiferentismo religioso por parte de un miembro de la secta del Vaticano II (aparte del Antipapa Juan Pablo II).
Entonces, ¿qué harán los ‘tradicionalistas’ que reconocen al Antipapa Francisco como un papa válido? ¿Aceptarán a la Madre Teresa como una ‘santa’? Si ellos reconocen al Antipapa Francisco como papa, están obligados bajo pena de pecado mortal a creer que la Madre Teresa es santa, y a creer que es santa una persona que promovió y participó en las falsas religiones satánicas. Eso es creer que la Iglesia de Cristo es igual a la Iglesia del Anticristo, ya que deben honrar y glorificar como santa a aquella que creía en la doctrina del Anticristo en su plenitud. En realidad, ellos también deben aceptar al Dalai Lama o al fundador de la “Iglesia de satanás” como si fueran santos.
Ahora que la Madre Teresa fue ‘canonizada’ por el Antipapa Francisco, ¿qué harán los falsos tradicionalistas? ¿Tomarán la misma posición herética de la secta de Lefebvre (la FSSPX), que rechaza la infalibilidad de las canonizaciones, (una posición condenada por los santos y doctores de la Iglesia como pecaminosa y herética) y en este caso, rechazan una ‘canonización’ que ellos deberían considerar como ‘válida’, si es que creen que Francisco es un papa válido?
O quizás, ¿despertarán y se darán cuenta de que Roma perdió la fe y se convirtió en la sede del Anticristo (Nuestra Señora de la Salette) y romperán la comunión con el Antipapa Francisco, y con la falsa iglesia del Vaticano II, y se darán cuenta de que él no tiene autoridad para canonizar, porque no es un papa válido?
Papa Pío IX, Primer Concilio Vaticano, sesión 4, cap. 4, ex cathedra: “Así, pues, este carisma de la verdad y de la fe nunca deficiente, fue divinamente conferido a Pedro y a sus sucesores en esta cátedra…”.
Papa Pío IX, Primer Concilio Vaticano, sesión 4, cap. 4, ex cathedra: “… a esta Santa Sede… donde la fe no puede sufrir falla”.
Papa Pío IX, Primer Concilio Vaticano, sesión 4, cap. 4, ex cathedra: “… ya que ellos sabían muy bien que esta Sede de San Pedro siempre permanece libre de error alguno, según la divina promesa de nuestro Señor y Salvador al príncipe de sus discípulos: ‘Yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y cuando hayas regresado fortalece a tus hermanos (Lucas 22, 32)’”.
Papa Pío IX, Primer Concilio Vaticano, sesión 4, cap. 4, ex cathedra: “… en la Sede Apostólica la religión católica siempre ha sido preservada sin mácula y se ha celebrado la santa doctrina”.
San Alfonso Ligorio, El Gran Medio de la Salvación y Perfección, 1759, p. 23: “Suponer que la Iglesia pueda errar en la canonización, es un pecado, o es una herejía, según San Buenaventura, Belarmino, y otros; o, a lo menos, cercano de la herejía, según Suárez, Azorio, Gotti, etc.; porque el Soberano Pontífice, según Santo Tomás, es guiado de una manera especial por la influencia infalible del Espíritu Santo cuando canoniza a los santos”.
El arzobispo de Calcuta revela que la Madre Teresa fue exorcizada voluntariamente en los últimos años de su vida
por ABC España
Publicado elEl arzobispo de Calcuta, Henry D´Souza, afirmó que la Madre Teresa fue exorcizada en los últimos años de su vida, según ha dado a conocer la CNN. El exorcismo tuvo lugar en un hospital donde ella acudió por problemas cardíacos. D´Souza percibió que la misionera católica se encontraba "extremamente agitada" por la noche, mientras durante el día se mostraba tranquila, y precisó que en ocasiones se arrancaba los cables y otros aparatos que tenía conectados a su cuerpo.
El arzobispo creyó que la premio Nobel de la Paz "podría estar poseída por el demonio", por lo que le propuso que practicar el exorcismo, lo que ella aceptó. Entonces, D´Souza llamó a uno de los sacerdotes considerado uno de los hombres más sagrados de Calcuta y le pidió que rezase la oración del exorcismo a la Madre Teresa.
Cuando el exorcismo terminó la Madre Teresa dormía "como un bebé", según el arzobispo. D´Souza declaró que otros grandes líderes religiosos también se han enfrentado a cambios similares y añadió que estas revelaciones sobre la Madre Teresa muestran su doble naturaleza"santa y humana", lo que la convertía en un personaje especial.
Estas revelaciones ya fueron realizadas a la CNN por una estrecha colaboradora de la Madre Teresa, la Hermana Nirmala, que es quien ahora lidera la orden Misioneras de la Caridad, fundada por la Madre Teresa en 1950.
«Santa» Teresa de Calcuta; además de hereje, apóstata, endemoniada y encubridora de un cura pederasta
¿Creía en Dios Teresa de Calcuta?
Un libro desvela cartas de la beata en las que describía las crisis de fe de sus últimos 50 años
Cuando Teresa de Calcuta (1910-1997) recibió el premio Nobel de la Paz, en diciembre de 1979, pidió que la Navidad que llegaba sirviese para tener presente a Cristo. Once semanas antes, escribía a un confesor: "Jesús tiene un amor muy especial por ti, pero por mí... el silencio y el vacío son demasiado grandes, miro y no veo, escucho y no oigo, la lengua se mueve, pero no habla". Es una de las muchas frases escritas por la beata que resumen la profunda crisis de fe de los últimos 50 años de su vida. Un libro que se publicará en septiembre, El secreto de la madre Teresa, bucea en 40 cartas en las que cuenta estos sentimientos espirituales.
Son confidencias en forma de epístolas a varios confesores a lo largo de más de 60 años, que dan una imagen de la beata muy distinta de la pública. En ellas, Teresa de Calcuta describe su sentimiento como un "un enorme vacío y oscuridad", según un amplio reportaje de la revista británica Times Magazine.
El primer texto, en el que llega a negar incluso la existencia de Dios, está escrito en 1948, cuando empieza a trabajar con los más pobres. "Señor, mi Dios, ¿quién soy yo para que me abandones? [...] Yo llamo, me aferro, quiero, pero nadie responde, nadie a quien agarrarme, no, nadie. Sola, ¿dónde está mi fe? Incluso en lo más profundo, no hay nada, excepto vacío y oscuridad, mi Dios, qué desgarrador es este insospechado dolor, no tengo fe [...] Tantas preguntas sin responder viven dentro de mí con miedo a destaparlas por la blasfemia. Si hay Dios, por favor, perdóname [...] ¿Me equivoqué rindiéndome ciegamente a la llamada del Sagrado Corazón?". Este texto y otro escrito en 1959 son los que más claramente muestran sus dudas sobre la existencia de Dios: "Si no hay Dios, no hay alma, si no hay alma, entonces, Jesús, tú tampoco eres verdadero".
Pero en muchas otras epístolas se refiere también a sus sentimientos de "vacío, aridez". "Hay una terrible oscuridad dentro de mí, como si todo estuviera muerto. Esto es así más o menos desde que comencé a trabajar".
Teresa de Calcuta, que fue beatificada en 2003 y cuya canonización está en trámite, era consciente de la ambigüedad en la que vivía. "La sonrisa es una máscara, una tapadera que cubre todo. Hablo como si mi corazón estuviera enamorado de Dios; si estuvieses ahí, dirías: 'qué hipocresía", confiesa a un consejero.
Llegó un momento en su vida, después de cambios sucesivos de confesor, en el que asimiló esta sensación. El reverendo Neuner le da la clave para aceptarlo a principios de los sesenta. Le dice que no hay un remedio humano, por lo que no se tiene que sentir responsable de su sentimiento; que sentir a Jesús no es la única prueba de que está ahí; y que su ansia de Dios es un signo de su presencia en su vida. La beata puede soportar "por primera vez en años esa oscuridad".
Antes de morir, Teresa de Calcuta pidió que se destruyera toda su correspondencia. "Si las cartas se hiciesen públicas, la gente pensaría más en mí que en Jesús". Pero no fue así. Por el contrario, han servido para dar forma a este libro que no está confeccionado precisamente por sus detractores. El editor es Brian Kolodiejchuk, principal postulador de la santidad de Teresa de Calcuta, quien ha aportado todo este material al proceso de canonización.
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