Suma Teológica
Proemio
S. Th., pr.
Quia Catholicae veritatis doctor
non solum provectos debet instruere, sed ad eum pertinet etiam incipientes
erudire, secundum illud apostoli I ad Corinth. III, tanquam
parvulis in Christo, lac vobis potum dedi, non escam; propositum nostrae
intentionis in hoc opere est, ea quae ad Christianam religionem pertinent, eo
modo tradere, secundum quod congruit ad eruditionem incipientium.
Consideravimus namque huius doctrinae novitios, in his quae a diversis
conscripta sunt, plurimum impediri, partim quidem propter multiplicationem
inutilium quaestionum, articulorum et argumentorum; partim etiam quia ea quae
sunt necessaria talibus ad sciendum, non traduntur secundum ordinem
disciplinae, sed secundum quod requirebat librorum expositio, vel secundum
quod se praebebat occasio disputandi; partim quidem quia eorundem frequens
repetitio et fastidium et confusionem generabat in animis auditorum. Haec
igitur et alia huiusmodi evitare studentes, tentabimus, cum confidentia
divini auxilii, ea quae ad sacram doctrinam pertinent, breviter ac dilucide
prosequi, secundum quod materia patietur. |
Por cuanto el Doctor Católico no
debe instruir únicamente a los que están adelantados en la ciencia, sino que
también le incumbe enseñar a los que principian, según estas palabras del
Apóstol I Cor. 3, 1 y 2: como a párvulos en Cristo, leche os
di a beber, no vianda, es nuestro propósito en esta obra exponer todo lo
que concierne a la religión cristiana del modo más conveniente para
instrucción de los principiantes; pues hemos observado que los que comienzan
este estudio, encuentran muchas dificultades en lo que han escrito diversos
autores: unas veces, a causa de la multiplicidad de cuestiones, artículos y
argumentos inútiles; otras también, porque las cosas que les son necesarias,
para adquirir la ciencia, no están expuestas con orden didáctico, sino según
lo exigía el plan de los libros o se presentaba la ocasión de discutir; y
otros por último, porque la frecuente repetición de las mismas cosas producía
el hastío y confusión en el ánimo de los oyentes. Deseando pues evitar estos defectos
y otros análogos, intentaremos, confiados en el divino auxilio, exponer tan
breve y claramente, como el asunto lo permita todo lo que corresponde a la
ciencia sagrada. |
Parte I
Cuestión 1
De sacra doctrina, qualis sit, ad quae se extendat
|
¿Qué es la ciencia sagrada y a qué cosas se extiende?
|
Proemio
S. Th. I, q.
1 pr.
Et ut intentio nostra sub
aliquibus certis limitibus comprehendatur, necessarium est primo investigare
de ipsa sacra doctrina, qualis sit, et ad quae se extendat. Circa quae quaerenda sunt decem. Primo, de necessitate huius
doctrinae. Secundo, utrum sit scientia. Tertio, utrum sit una vel plures.
Quarto, utrum sit speculativa vel practica. Quinto, de comparatione eius ad
alias scientias. Sexto, utrum sit sapientia. Septimo, quid sit subiectum
eius. Octavo, utrum sit argumentativa. Nono, utrum uti debeat metaphoricis
vel symbolicis locutionibus. Decimo, utrum Scriptura sacra huius doctrinae
sit secundum plures sensus exponenda. |
Para circunscribir nuestro plan a límites precisos, es
necesario ante todo ocuparnos de la ciencia sagrada: averiguar lo que es y a
lo que se extiende. Con este motivo pueden surgir diez cuestiones: 1ª ¿Es
necesaria esta ciencia? 2ª ¿Es ciencia verdadera? 3ª ¿Es una o múltiple? 4ª
¿Es especulativa o práctica? 5ª ¿Es superior a las demás ciencias? 6ª ¿Es la
sabiduría? 7ª ¿Es Dios el sujeto de ella? 8ª ¿Es argumentativa? 9ª ¿Debe
servirse de metáforas y de locuciones simbólicas? 10ª La Sagrada Escritura,
que es la base de esta ciencia, ¿puede ser expuesta según varios sentidos? |
Artículo 1
Utrum sit necessarium, praeter philosophicas disciplinas,
aliam doctrinam haberi
|
¿Es necesario admitir, además de las ciencias filosóficas,
otra ciencia?
|
Objeciones
S. Th. I, q.
1 a. 1 obi. 1
Ad primum sic proceditur.
Videtur quod non sit necessarium, praeter philosophicas disciplinas, aliam
doctrinam haberi. Ad ea enim quae supra rationem sunt, homo non debet conari,
secundum illud Eccli. III, altiora te ne quaesieris. Sed
ea quae rationi subduntur, sufficienter traduntur in philosophicis
disciplinis. Superfluum igitur videtur, praeter
philosophicas disciplinas, aliam doctrinam haberi. |
Parece que, además de las ciencias filosóficas, no es
necesario admitir otra ciencia, porque el hombre no debe tratar de alcanzar
lo que es superior a su razón, según estas palabras de la Escritura Eccli
3,22: No busques cosas más altas que tú; pero lo que se halla
bajo el dominio de la razón está bastantemente dilucidado por las ciencias
filosóficas: de consiguiente, parece superfluo admitir, aparte de éstas, otra
ciencia. |
S. Th. I, q.
1 a. 1 obi. 2
Praeterea, doctrina non potest esse nisi de ente, nihil enim
scitur nisi verum, quod cum ente convertitur. Sed de omnibus entibus tractatur in
philosophicis disciplinis, et etiam de Deo, unde quaedam pars philosophiae
dicitur theologia, sive scientia divina, ut patet per philosophum in VI
Metaphys. Non fuit igitur necessarium, praeter philosophicas
disciplinas, aliam doctrinam haberi. |
No hay más ciencia posible que la que trata del ente; toda
vez que no puede saberse otra cosa sino lo verdadero, que no es más que el
ente mismo. Pero en las ciencias filosóficas se trata de todos los entes,
incluso Dios; por lo cual se llama teología o ciencia divina a una de las
partes de esta ciencia, como se ve en Aristóteles Met. l.4,
com.2. De consiguiente no es necesario admitir, independientemente de
las filosóficas, otra ciencia. |
Por el contrario
S. Th. I, q. 1 a. 1 s. c.
Sed contra est quod
dicitur II ad Tim. III, omnis Scriptura divinitus inspirata
utilis est ad docendum, ad arguendum, ad corripiendum, ad erudiendum ad
iustitiam. Scriptura autem divinitus inspirata non pertinet ad
philosophicas disciplinas, quae sunt secundum rationem humanam inventae. Utile igitur est, praeter philosophicas disciplinas, esse aliam
scientiam divinitus inspiratam. |
Por el contrario, dice San Pablo 2 Tim 3,16:
Toda escritura divinamente inspirada es útil para enseñar, para reprender,
para corregir y para instruir en la justicia; mas la Escritura, inspirada
por Dios, no forma parte de las ciencias filosóficas, que son el fruto de las
investigaciones de la razón humana. Por lo tanto es útil que,
independientemente de las filosóficas, haya otra ciencia inspirada por Dios. |
Conclusión (Abad de Aparicio)
Conclusión.
Para que el hombre pudiese conseguir su salvación eterna, ha sido necesario
que, aparte de las ciencias filosóficas, que se adquieren con las luces
naturales, hubiera otra que, ayudada por la revelación, enseñase al hombre las
cosas que son superiores a su comprensión, y aun algunas de las que la razón
humana puede descubrir.
Solución
S. Th. I, q. 1 a. 1 co.
Respondeo dicendum quod
necessarium fuit ad humanam salutem, esse doctrinam quandam secundum
revelationem divinam, praeter philosophicas disciplinas, quae ratione humana
investigantur. Primo quidem, quia homo ordinatur ad Deum sicut ad quendam
finem qui comprehensionem rationis excedit, secundum illud Isaiae LXIV,
oculus non vidit Deus absque te, quae praeparasti diligentibus te.
Finem autem oportet esse praecognitum hominibus, qui suas intentiones et
actiones debent ordinare in finem. Unde necessarium fuit homini ad salutem,
quod ei nota fierent quaedam per revelationem divinam, quae rationem humanam
excedunt. Ad ea etiam quae de Deo ratione humana investigari possunt,
necessarium fuit hominem instrui revelatione divina. Quia veritas de Deo, per
rationem investigata, a paucis, et per longum tempus, et cum admixtione
multorum errorum, homini proveniret, a cuius tamen veritatis cognitione
dependet tota hominis salus, quae in Deo est. Ut igitur salus hominibus et
convenientius et certius proveniat, necessarium fuit quod de divinis per divinam
revelationem instruantur. Necessarium igitur fuit, praeter philosophicas
disciplinas, quae per rationem investigantur, sacram doctrinam per
revelationem haberi. |
Responderemos que ha sido necesario para la salvación de la
humanidad que hubiese una ciencia basada en la revelación, además de las
ciencias filosóficas, que son el resultado de las investigaciones de la razón
humana. Desde luego el destino del hombre es Dios como un fin que no puede
llegar a comprender su razón, según estas palabras de Isaías Is
64,4: Ojo no vio, salvo tú, oh Dios, lo que has preparado para
aquellos que te esperan. Mas conviene que el hombre conozca previamente
el fin con el que debe poner en relación sus actos y sus intenciones. Por
consiguiente ha sido necesario, para la salvación del hombre, que Dios le
hiciese conocer por la revelación lo que no está al alcance de la razón
humana. En cuanto a lo que de Dios podemos conocer por nosotros mismos, ha
sido preciso también que el hombre fuese instruido por divina revelación, porque
la noción verdadera de Dios no hubiera podido adquirirse únicamente con la
razón humana sino por un pequeño número, después de largos años de trabajo, y
con mezcla de muchos errores. Y, sin embargo, del conocimiento de esta verdad
depende toda la salvación del hombre, la cual está en Dios. Por consiguiente,
para asegurar y facilitar la salvación del género humano, ha sido necesario
que el hombre se instruyese en las cosas de Dios por medio de una revelación
divina. Ha sido igualmente necesario que, fuera de las filosóficas, que son
la obra de la razón humana, hubiese una ciencia sagrada conocida por la
revelación. |
Respuesta a las objeciones
S. Th. I, q.
1 a. 1 ad 1
Ad primum ergo dicendum
quod, licet ea quae sunt altiora hominis cognitione, non sint ab homine per
rationem inquirenda, sunt tamen, a Deo revelata, suscipienda per fidem. Unde et ibidem subditur, plurima supra sensum hominum ostensa sunt
tibi. Et in huiusmodi sacra doctrina consistit. |
Al argumento 1º diremos que, si bien no debe investigar el
hombre por medio de la razón lo que está fuera del alcance de la inteligencia
humana, estas cosas han sido, sin embargo, reveladas por Dios para ser
aceptadas por la fe. He aquí por qué el autor sagrado añade Eccli 3,25:
Muchísimas cosas superiores a la inteligencia humana te han sido
manifestadas. Y en esto precisamente es en lo que consiste la ciencia
sagrada. |
S. Th. I, q.
1 a. 1 ad 2
Ad secundum dicendum quod diversa ratio cognoscibilis
diversitatem scientiarum inducit. Eandem enim conclusionem demonstrat
astrologus et naturalis, puta quod terra est rotunda, sed astrologus per
medium mathematicum, idest a materia abstractum; naturalis autem per medium
circa materiam consideratum. Unde nihil prohibet de eisdem rebus, de quibus
philosophicae disciplinae tractant secundum quod sunt cognoscibilia lumine
naturalis rationis, et aliam scientiam tractare secundum quod cognoscuntur
lumine divinae revelationis. Unde theologia quae ad sacram doctrinam pertinet, differt secundum
genus ab illa theologia quae pars philosophiae ponitur. |
Al 2º, que la diversidad de las ciencias procede de la
diversidad de nuestros medios de conocer. Así el astrónomo y el físico
demuestran los dos la misma proposición, por ejemplo, que la tierra es
redonda. Pero el astrónomo lo prueba por medio de las matemáticas, es decir,
con cálculos abstractos, mientras que el físico se apoya en pruebas
concretas, en hechos de experiencia. Por consiguiente, nada impide que haya
una ciencia que se ocupe, desde el punto de vista de la revelación, de las mismas
cosas que la Filosofía no considera sino en cuanto son cognoscibles por la
luz de la razón natural. Por esto se dice que la Teología, que pertenece a la
ciencia sagrada, difiere en cuanto al género de aquella otra Teología que es
una de las partes de la Filosofía. |
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